¿Una cosa pasa a ser otra si cambia de nombre y de filosofía justificadora? ¿Un mandala ya no es una pirámide por llamarse bonito?
¿Qué pasaría si yo hago un grupo para ponerme de acuerdo con todos los integrantes en ir poniendo cuotas periódicas y programadas de ahorro iguales que, sumadas, en cierto momento le entreguen multiplicado por hasta 3 veces su ahorro a cada integrante, y quiero ayudarte a tí a que entres en ese grupo poniendo cierta y la misma cantidad de dinero en ocasiones programadas, regalándote parte del dinero que se sume en el grupo cuando este crezca, y para eso convenzo a dos personas de que convenzan tras cierto tiempo a dos personas a hacer lo mismo, para ir haciendo grupos de personas que cuando lleguen a cierto número límite se subdividan en dos grupos más pequeños, cada uno de los cuales haga lo mismo? Suena bien ¿no?
Suena más interesante si le pongo una filosofía espiritual de empoderamiento solo para mujeres: digamos, por ejemplo, que se trata de un grupo que le pone a cada nivel de ahorro un elemento de la naturaleza: fuego, tierra, agua, aire. Suena muy sublime. Mejor todavía si le agrego a la receta un componente de reuniones muy afectivas en las que se hable de solidaridad, empatía, tribus africanas que hacen minga, mujeres norteamericanas que han hecho lo mismo, ciclos lunares, testimonios de amigas que lograron comprar las cosas que no habían podido comprar antes, o que pudieron viajar con el dinero que recibieron cuando salieron del círculo, y amor a la madre tierra en un contexto de lucha contra la sociedad patriarcal. Suena muy empoderante y valioso.
Ahora veamos: me pongo en el papel de una mujer. Me llaman a formar parte. Quiero pertenecer y no quedarme por fuera. Me da pena no decirle que sí a una filosofía tan solidaria y ecológica. Digo que sí. Pongo mis numerológicos 1400 dólares (que llamaremos “regalo solidario”) y gracias a eso me llamo mujer fuego. Eso me da identidad, me hace sentir bien. Me ha enrolado una mujer viento que ha conseguido dos amigas, una de ellas yo. Otras tres mujeres viento han hecho lo mismo. 4 aires han conseguido 8 fuegos. Dos mujeres tierra han conseguido cada una dos amigas, que por eso han pasado a llamarse mujeres viento. A las dos mujeres tierra las consiguió una mujer que se llama agua, que está en el centro de un bello mandala de inspiración indígena, ancestral o junguiana, -mejor si se trata de alguna tribu norteamericana desfavorecida y perseguida por el capitalismo neoliberal.
Cuando la mujer agua consigue que 2 tierras consigan cada una 4 vientos que consigan cada una 2 fuegos, ya hay quince personas: 1 agua, 2 tierras, 4 vientos, 8 fuegos (1+2+4+8). Entonces la mujer agua sale del mandala. Sale cuando entra al centro del mandala porque el mandala crece de afuera hacia adentro (movimiento centrípeto, fuerza de lo femenino, crecimiento del útero, todo muy sublime).
Cuando la mujer agua sale del mandala quedan 14 mujeres adentro que no han sido agua todavía.
4 mujeres viento han recibido hasta entonces un regalo y dado un regalo. Sus cuentas están en cero, porque han recibido lo mismo que dieron, han invertido tiempo y esperanzas, además de haber adquirido un compromiso moral con sus amigas de que a TODAS les irá bien. Veamos si TODAS LAS MUJERES que hagan un mandala podrán cumplir con esa promesa moral, o sí por el contrario alguna vez algún grupo de mujeres no podrá cumplirle ese sueño a un grupo posterior.
Ahora necesitan que el mandala crezca para recibir dos regalos, y tener el doble de lo que invirtieron. ¿De dónde sale el dinero que se necesita para que lo obtengan? De 8 nuevas que entren. Pero ¿hay 8 personas que tengan un regalo en sus cuentas bancarias y puedan meter a 8 nuevas personas más tarde que tengan el mismo regalo en sus cuentas bancarias, que a su vez hagan lo mismo infinitamente. ¿ Hay infinita cantidad de cuentas bancarias que tengan 1400 dólares, o por el contrario está el dinero de la población de personas que conocen personas repartido en cuentas que tienen, unas, una gran cantidad de regalos depositados, y , otras, menos de un regalo, o inclusive muy pequeñas porciones de un regalo, y que no podrán tener un regalo aunque quieran entrar a un mandala? Si hay personas pobres ¿es porque no quieren gastar dinero en un regalo para entrar a un mandala, o porque no tienen ese regalo ahorrado, debido a que no tienen ingresos suficientes para ahorrar ese regalo?¿Podemos culparlas de no tener una filosofía de la felicidad, y decir que eso explica que no tengan el regalo para entrar, y echarles la culpa por ello? ¿O es la estructura del sistema económico lo que les impide entrar en esa filosofía de la abundancia? En este caso ¿Están siendo engañadas por esta filosofía, por personas que, con buenas intenciones, o que prefiera no pensar sino a corto plazo y en términos de u inmediato beneficio, pero sin conocimientos de economía, sentido común ni capacidad de razonamiento matemático las están entusiasmando a perder su dinero?
El grupo se subdivide en 2 de siete, cada uno de los cuales necesita conseguir otras 8 para volverse a subdividir. Estas 2 mujeres viento de cada grupo de 7 pasan a llamarse tierra y necesitan ahora que sus amigas fuego que pasan a llamarse viento consigan dos personas cada una. Cuando eso ocurra las dos tierras reciben un nuevo regalo porque los 8 regalos nuevos que entran a la corteza externa del mandala se reparten así: 4 para las 4 viento nuevas, dos para las 2 tierra nuevas y dos para el agua que corona y sale del mandala. Agua , cuando sale, recibe 2 regalos, y ya ha recibido otros dos y hecho uno (2+2-1=3), por lo tanto recibe tres veces lo que dió. Por cada mujer empoderada que gana 3 veces lo que dio, deben entrar 3 mujeres con ganas de “empoderarse” que tengan la misma capacidad de regalar, si es que se quiere que TODAS ganen 3 veces lo que inviertan. PERO NO TODAS LAS MUJERES DE COLOMBIA NI DEL MUNDO TIENEN ESA CANTIDAD EN SUS BOLSILLOS, POR LO CUAL NECESARIAMENTE UNA CIERTA CANTIDAD MÍNIMA DE MUJERES FORZARÁ A UNA GRAN CANTIDAD MÁXIMA DE MUJERES A QUE PIERDAN SU INVERSION CUANDO YA NO HAYA MAS MUJERES CON ESA CANTIDAD AHORRADA DISPONIBLE, O LAS QUE HAYAN GANADO YA SE HAYAN GASTADO EL DINERO QUE GANARON, O NO QUIERAN REINVERTIRLO EN UN NUEVO MANDALA.
Agua dio un regalo cuando entró a la parte externa del mandala para volverse fuego, es decir hace uno o dos ciclos lunares (28 días, ciclo lunar, amor a la fertilidad, ecofeminismo, todo muy sublime). Agua recibió su primer regalo cuando, siendo viento, consiguió 2 fuegos; y su segundo regalo cuando, siendo tierra, consiguió dos vientos.
Para que hubiera suficiente cantidad de dinero para que todas las mujeres del mundo se “empoderaran” , es decir, ganaran dinero (¿ pero ganar dinero es empoderarse, o es algo más?) se requeriría que los bancos del mundo les prestaran el dinero para entrar al mandala yq ue emitieran dinero de manera ilimitada. PERO ESO NO ES LO QUE HACEN LOS BANCOS. Los bancos le prestan dinero a gente que agregue valor a bienes y servicios, y la única manera de lograr eso es trabajando, es decir, mejorando materias primas o información en mejores materias primas o mejor información.
En resumidas cuentas, no se puede practicar la filosofía de la prosperidad sin trabajar. Y es ética y moralmente incorrecto usar una filosofía espiritual para que un sector pudiente de la población estafe a otro sector menos pudiente con promesas que SÍ SON UNA PIRAMIDE ilegal y por lo tanto un sistema de robo colectivo de dinero de parte de una comunidad de personas, ingenuas o no, analfabetas económicamente o no, hacia otros sectores de la comunidad más vulnerables e ingenuos, claramente menos preparados para razonar con conocimientos básicos de economía.
Las mujeres africanas se daban regalos, no dinero. Por eso les funcionaba. Los regalos no tienen que ser igual de valiosos unos respecto los otros, y si son en especie la naturaleza los produce, porque hay recursos naturales que sí son constantes y generosos, renovables para quien trabaja en cultivar, domesticar animales u otras labores. Pero los bancos no pueden emitir dinero en exceso porque el dinero se devalúa. La economía solidaria todavía está por inventarse, reinventarse o mejorarse, y no consiste en no trabajar, esperando que eso produzca dinero que caiga del universo, del tao o del dios Brahma.
Si eres mujer y quieres ayudar a otras mujeres de tu propio circulo socioeconómico poniendo en riesgo las finanzas de mujeres de un nivel socioeconómico menor, a las que posiblemente nunca conocerás, de cuyas quiebras económicas nunca te enterarás, y con la perspectiva de que eso por lo tanto nunca te cause culpa, vergüenza ni remordimiento moral, y a eso lo llamas solidaridad femenina, pregúntate si eso es coherente con tu filosofía espiritual. He consultado con economistas, profesores de matemáticas financieras y administradores de empresas. Yo soy filósofo. Estaba dudando de lo que pienso. Y me han dado la razón.
Les doy permiso de copiar y pegar, creando sus propias notas sin avisar quién es el autor original. Los adherentes de mandalas piden no divulgar en redes sociales sobre lo que están haciendo, luego algo temen.Hasta podría decir que no soy el autor original.
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